Reseña de «Before the coffee gets cold»
Llegué a este libro por azares del destino, saltando de enlace en enlace en Goodreads. ¿Un libro con 315.000 valoraciones que roza el 4/5? ¿Que además trata la idea del arrepentimiento, el querer cambiar las cosas o rectificarlas? Esto tiene que ser bueno.
He de decir que considero que la nota que tiene este libro auguraba bastante si me iba a gustar o no (aunque esto no siempre sea así).
Como dice la sinopsis, la historia transcurre en nuestro mundo tal y como lo percibimos nosotros. Sin embargo, se intuyen que algunas leyendas o elementos mitológicos/folclóricos también son reales. Y es que existe en Tokio una cafetería que te permite viajar al pasado. Y esto no es ningún misterio: se han escrito hilos en foros y se han compartido noticias sobre ello. Y, aun así, a la gente no le genera mayor interés, y es que viajar en el tiempo conlleva una serie de reglas.
La primera regla es que hay que sentarse en una silla concreta, silla que la mayor parte del tiempo ocupa un fantasma: una mujer de sólida apariencia leyendo un libro ocupa ese asiento todo el tiempo, salvo en los momentos del día en los que va al baño.
Cuando la fantasma va al baño y podemos sentarnos, la camarera ha de servirnos un vaso de café usando una tetera plateada. Una vez que el café empieza a servirse, el ocupante de la silla notará como su alrededor se desdibuja, como si fuera el vapor que emana del propio café recién servido. Cuando el ocupante de la silla se encuentre en el pasado, no puede moverse de la silla, por lo que los viajes al pasado solo tienen sentido si queremos ver a alguien que estuviera en el café en algún momento del pasado.
Finalmente, la más importante, hay que beberse el café antes de que se enfríe. Si la persona que viaja en el tiempo no se bebe el café a tiempo, se convertirá en el fantasma que eternamente ocupa esa silla.
Además de todas estas reglas, existe una cosa más que hace que mucha gente no se plantee viajar en el tiempo: viajar al pasado no cambia el presente. El destino siempre conspirará para que lo ha ocurrido, vuelva a ocurrir se haga lo que se haga en el pasado. Es por esto que nadie ve sentido en viajar al pasado. Nadie, salvo nuestros personajes.
Dado que comentar cada historia más allá de lo que hace la sinopsis sería destriparlas, voy a comentar solo la idea general, que es una idea muy humana. Todos hacemos cosas de las que nos arrepentimos. ¿Y si hubiera hecho las cosas de otra forma? ¿Y si hubiera sido más valiente? ¿Y si hubiera sido menos cabezota? ¿Y si pudiera volver a ver una persona por última vez?
Demasiadas veces a lo largo de nuestras vidas dejamos cosas sin hacer o sin decir, condicionados por nosotros mismos a que el momento ha pasado o que ya habrá otro para hacerlo. Pero ¿qué pasa cuando tenemos la certeza de que solo tenemos una oportunidad? Este libro explora esta idea a través de cuatro personas con asuntos sin resolver. Y es que, aunque no tenga impacto en el futuro, viajar al pasado para enmendar algo es una forma de sanar para la persona que viaja en el tiempo. Decir algo que nos guardamos en el corazón; tener el valor de decir algo que tuvimos miedo de decir; cerrar asuntos con personas que ya no están; pedir perdón. Si bien los viajes al pasado no pueden cambiar el presente, si pueden cambiar los corazones de las personas que los hacen, y con ello el futuro. Es por eso que la gente sigue viniendo a esta cafetería, y bebiéndose el café antes de que se enfrié.
En resumen, es un libro corto, muy tierno, que explora la emotividad de esa última oportunidad. A principios de 2023 este libro se editó en español, por lo que es una lectura muy ligera y muy recomendable si te apetece ir a por algo entrañable.
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