Reseña de «Heartstopper»
Descubrí «Heartstopper» gracias a su adaptación de Netflix y al ver que estaba basada en un libro decidí darle una oportunidad.
En primer lugar, mencionar que la novela de «Heartstopper» en realidad está dividida, realmente, en actualmente 5 volúmenes, estando el quinto a punto de ser publicado en estos momentos, a fecha 24 de enero de 2022.
El proyecto «Heartstopper» nace originalmente en webs como Tapas, en las que la autora Alice Oseman decide escribir la historia de dos personajes que aparecen como personajes secundarios en otros de sus comics web publicados. Tras su acogida y posterior adaptación por Netflix, esta serie ha dado la vuelta al mundo, trayendo consigo el descubrimiento de actores como Joe Locke y Kit Connor, los actores que dan vida a los protagonistas, Charlie y Nick.
Volviendo a la historia de «Heartstopper», esta empieza desde el punto de vista de Charlie. Charlie es un adolescente normal y corriente de 15 años en un instituto británico. Tiene una constitución muy delgada, lo que contribuye a hacerlo un buen corredor. Cuando empieza la historia, se nos deja intuir (y se nos confirma más adelante) que Charlie tuvo problemas el año anterior porque algunos chicos se metieron con él por ser gay, si bien otros tantos lo defendieron. Charlie no tiene problemas con su sexualidad pero si se nos deja entrever que tiene cierto rencor por el hecho de que nadie le dio la oportunidad de salir del armario sino que lo sacaron a la fuerza. En su primer día de curso, Charlie acaba sentado junto a Nick Nelson, un chico del curso superior que resulta ser muy simpático y que acaba llamando la atención de Charlie. Con el paso del curso, Charlie y Nick empiezan a hacerse más amigos, con Charlie uniéndose incluso al equipo de rugby por recomendación de Nick, que lo ha visto correr y sabe que puede ser útil al equipo.
Charlie y Nick en los vestuarios, antes de un partido de rugby
Charlie acaba viviendo una disonancia constante: cada segundo que pasa con Nick, como amigos, es una maravilla, y al mismo tiempo un suplicio. «Es hetero, es hetero, es hetero», se repite Charlie durante cada instante intentando rechazar los sentimientos que obviamente han crecido en él. Sin embargo, el Nick que ha pasado algunos meses junto a Charlie no es el mismo que se sentó junto a él el primer día de clase. Y es que el propio Nick está empezando a cuestionarse por qué se siente así respecto a Charlie. Es su amigo, pasan horas juntos, pero también quiere protegerlo y se enfada cuando alguien insinúa algo de él. Con el avance de los capítulos vemos como Nick empieza a pasar por un crisis de identidad que lleva muy en secreto. Y el desarrollo de esta historia, tanto si la conocéis como si no, es bastante obvio
La verdad que resulta muy tierno y muy refrescante leer una historia con un romance LGTB central en el que el bullying y la tragedia no tienen un papel dominante. Si bien se trata el tema de que algunas personas se metieron con Charlie y esto le supuso un impacto negativo en su salud mental, el viaje de autoconocimiento de los dos personajes tiene un mayor peso, sin existir giros dramáticos basados en miedo o palizas. Resulta también innovador el presentar a niños como niños, con inocencia, en lugar de niños con prisa por ser adultos tomando todas las drogas que existen y montando orgias con 14 años, como parece la tónica en libros y series del momento.
En resumen, es una historia (una saga mejor dicho) que se puede resumir con la palabra tierna. A partir del volumen 4 se tratan temas algo más serios, todo ello aun entrelazado con la relación y el cariño que se tienen los dos protagonistas. En general, muy recomendable y muy amena.
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