Reseña de «Mitos nórdicos»
Tras acabar «American Gods», decidí seguir explorando la bibliografía de Neil Gaiman, y mi siguiente lectura fue «Mitos nórdicos». A pesar de mi trasfondo en diversas mitologías, tenía una cuenta pendiente con la mitología nórdica, cuenta que he podido empezar a saldar con este libro.
Una curiosidad de la mitología nórdica es que cuenta una historia cerrada: se sabe cómo empezó todo y cómo acabará. Igual que se sabe que Odín creó a los humanos insuflando vida a unos trozos de madera que la marea arrastró hasta la costa, se sabe que será engullido por Fenrir, hijo de Loki, durante el Ragnarök, el fin del mundo de esta mitología.
En lo que se refiere a la escritura, me llevo bastante mal con los libros escritos mayoritariamente en prosa, pero este me ha gustado bastante, debido al tema que tratan. Si bien sigo sin saber escribir de memoria los nombres de muchas deidades nórdicas (Höðr, Gríðr, Jörmundgander, Sleipnir, por decir unos cuantos), me lo he pasado muy bien investigando y leyendo cosas sobre los personajes. Me resulta reseñable el monstruo Jörmundgander, la serpiente marina, hijo de Loki. Se dice que esta serpiente vive en los mares de Midgard, que viene a ser la Tierra, y que es tan grande que envuelve Midgard y puede morder su propia cola. Me ha resultado supercurioso que los antiguos nórdicos describieran las placas tectónicas sin saberlo, en forma de monstruo enrollado sobre sí mismo bajo nuestros pies cuyos movimientos creaban terremotos.
Por último, he de comentar que esta historia se disfruta mucho más si además has visto las películas de Thor del universo Marvel, pues te permite imaginar ciertos mitos usando a actores conocidos, lo que puede dar lugar a situaciones que sería curioso ver en la gran pantalla. En especial me ha llamado la atención lo similar que es la relación entre Thor y Loki en los mitos (que no son hermanos) respecto a la que es en las películas.
Había un par de cosas que Thor solía hacer cuando tenía un problema. Lo primero era culpar a Loki. Pero esa vez, tras reflexionar un momento, llegó a la conclusión de que ni siquiera alguien como Loki se habría atrevido a robarle el martillo. Entonces hizo lo segundo que solía hacer cuando algo iba mal. Ir a pedirle consejo a Loki.
Aunque la prosa me ha hecho avanzar más despacio, he disfrutado bastante la historia y se queda con un «Bueno».
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